Vistas de página en total

jueves, 12 de mayo de 2011

Abandonado.

Como las luces en septiembre, que vienen y van. Como las olas y mis ideas que se escurren entre ellas y patalean sobre el agua helada que lo baña todo.
Un tal vez. Efímero y neutral, sus pasos sobre la arena, ron en la sangre, bombeo de alochol por todo el cuerpo, levitaba, silbaba, escuchaba desde su eco lejano llegar al mundo, seguirlo al compás. Nada que hacer, nada que aguardar, tan sólo seguir caminando, deslizándose entre el viento, dejándo que sus dedos acariciasen hasta lo menos importante, dejando que ocurriese, dejándolo pasar. Y nada, las olas siguen, se esfuman, vuelven a aparecer, y así seguirán cuando él no esté, cuando camine tan lejos se pierda a la vista y deje de recordar como era sentarse a respirar. Y deje de recordar toda esa fugacidad que lo inundaba.
Simple y eficáz...

No hay comentarios:

Publicar un comentario