Vistas de página en total

sábado, 16 de junio de 2012

Intocable

Deberíamos empezar a aullar como los perros, empezar a tragarnos cada noche sin que duela. Un momento que pasa y desgasta el anterior, formando ondas en mi cabeza, arrastrando consigo un camino deshecho. 
Ya no podíamos ser. Ni siquiera esperar a ser. Se nos quedaba pequeño todo aquel cúmulos de necesidades que nos recitábamos cada día. Todo lo que anhelábamos con fuerza, se fue agotando lentamente, para dejar al descubierto el motivo de nuestras quejas, escapadas, mentiras, el de ''no le he dicho nada'' y el de ''quizá empieza a merecer la pena''. Los constantes deseos de algo más que se apagaron en cuanto el tiempo empezó a deteriorarnos por dentro y a escupir las verdades que ni siquiera nosotros, tan fuertes, nos atrevímos a decir. Se topó con todo ese miedo..
Dejar pasar el tiempo.
Y buscar el final rápido que nos termine de consumir.