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domingo, 30 de octubre de 2011

Fugaz.

Si mi llanto estallase en verso...
Podría ver las lágrimas caer lentamente y mancharme la cara de sal, podría sentirlas vibrar a cada latido y desprenderse de mí, llevándose con ellas todo lo que de madrugada no se dice. Todo ese ansia plasmada en papel, esa mano fugaz que rápida y desesperada desliza el bolígrafo y va llenando hojas y hojas sin sentido de tachones y palabras que se pisan unas a otras, de sensaciones que se aplastan y se sobreponen buscando esa salida que sólo la tinta puede darles, esa salida que se les cierra en mi boca. Y cuando ya no quede papel que destrozar en un intento desgarrador que se deshace en silencios, cuando las manos duelan, los ojos piquen, cuando los párpados empiecen a ceder aplastados por la horas, sólo entonces dejaré que de nuevo me envuelva, ya de madrugada, cuando el sueño se vuelva velo y las sábanas sedientas, cansadas, me recojan y se fundan conmigo. Sólo entonces.

martes, 18 de octubre de 2011

Decandencia absoluta.

Tras abandonar tus ojos buscando miradas nuevas se me cerró la noche. Los pájaros me miraban mal, ya no me contaban secretos, mi habitación se hizo pequeña y angustiosa. Los días no me dejaban respirar. Maldito sea el odio que te recorre por dentro, maldito tu calor. Malditas esas horas interminables sentada en una silla, escribiendo quiénsabequé. 
Las ruinas que hizo de mí el tiempo, el sabor del suelo al recibirme de un golpe, las sienes a punto de estallar. ¿Qué mas quieren de mí? Esos ojos, de luces parpadeantes, que se cuelan en los míos y los hacen vibrar. Esas bocas ansiosas, que jadeaban por un trozo de pan mientras el cielo se colapsaba de nubes, mientras las horas muertas flotaban en el aire sin descanso. 
Maldito su sabor, que me encantaba, maldito ese delirante momento antes de tocar fondo, tan irresistible.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Night.

No me va el canivalismo extremo, pero si quieres te devoro..
Hoy no es una noche cualquiera, la luna no quiere mirarme, el cielo no termina de oscurecer. Es una noche qe no quiere serlo y se obceca, se agrieta y cruje sobre el silencio ensornecedor que la forma. El olor de los edificios se mezcla con las alcantarillas llenas de moho donde se pudren las entrañas de la ciudad, una ciudad raquítica que grita de pura hambre. Los coches se adelantan unos a otros sin piedad, las luces parpadean, mi sueño no termina de cuajar.
Así no hay quien duerma.

martes, 4 de octubre de 2011

Fuerrrrza.

El otro día no pude más y me saqué el corazón del pecho. ¿Nunca lo has notado palpitar tan fuerte que apenas puedes oir lo que te viene de fuera? Pues mi contador hizo click y no fui capaz de retenerlo un sólo segundo.. tendrías que haberlo visto retorcerse. Ahí, sobre el suelo, bañándose en su propia sangre que vibraba al son de los latidos, el músculo parecía gritar. Aquel rojo escarlata me atraía y me repelía al mismo tiempo. Parecía tan muerto y tan vivo al mismo tiempo, daban ganas de vomitar, de abrazarlo hasta que cesase su angustia. Lo acaricié con la llema del dedo por encima, lo hice gotear, y terminé de ver lo que fué el fin. Su fin.