Que no le da la gana, dice que sino se droga, dice que no siente nada..

Nuevos suburbios que traen nuevas drogas, de nuevo tan llenos y apetecibles. Melancolía extraña, se disuelve al ritmo de las noches. De esa que te agarrota el alma y confunde tus sentidos para que lo que creías que eran valores ya no son más que meras expectativas. Hablar por hablar, llorar por llorar, escribir por el simple placer de sentir el bolígrafo deslizarse sobre el papel.. Húmedo y fugáz. 

Si llaman a mi puerta dirémos que no estoy, que alguien se pasó hace tiempo para mi secuestro y que le supliqué que no me dejara volver, diremos que ya era tarde. Dejaremos que que los silencios hablen. Respiración mansa, horas guardadas en cajones.

Quiet.

Off the races. Totally. All of me.

Porque cada vez que echaba a correr los minutos se volvían segundos disueltos en el viento, una y otra vez, sin pausa ni frenos que condenasen a su alma al pesado sol de invierno. Agarraba la tierra con fuerza en cada zancada, mordiéndola a golpes y sintiéndose parte de algo que no llegaba a comprender. La verdad de saber cómo caer, de que le gustase y quisiese repetir, de volverse loco entre los árboles que dejaban pasar los rayos de sol entre sus hojas; lenguas de luz que abrían el espacio, tan grande, tan denso, tan metido entre las sienes que lo expulsaban con dolor.