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jueves, 31 de marzo de 2011

Time

Los montones de luz que se aproximan por el fondo, en un oasis de sensaciones, entre embriagadoras sonrisas. Sí, sí, yo también los veo. Déjalos que vengan, que no sabemos cuanto tiempo tienen pensado quedarse, que lo de menos es lo que traigan, lo de menos es el por qué.
El caso es que ahí siguen, consumiendo el tiempo.

martes, 1 de marzo de 2011

Summer.

Porque el verano es un estado mental. No se puede controlar, no existe un por qué ni un dónde. No depende de la estación ni de si la Tierra está más o menos lejos del Sol. Es esa sensación de levantarte por la mañana y sentir tus pies descalzos sobre el suelo. La del olor de ese cajón lleno de bañadores, la de despertar sin apenas ropa con ganas de tirarte al mar. El verano es pasar frío en la calle mientras tus sentidos se vuelven cálidos por momentos. Es volver a sentir la arena ardiendo y el agua helada, recordar ese contraste y tiritar. Es arrastrarte por cualquier playa sin importarte lo que te lleves por delante, sin importar como te quedes, nada. Es abrir los ojos debajo del agua y empañarlos de sal, sentir los labios secos, dejar que el sol te atraviese la piel y el calor te la oscurezca. Es hundir los dedos en la arena y notar su fuerza. Es sonreir y darte cuenta de que el agua se cuela por tus entrañas y te sumerge cada vez más.