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jueves, 1 de marzo de 2012

Versos interminables.

Nacer cada día tan lejos y pensar: nacer pa' nada. 
Recaer cada día en los mismos resquicios de la conciencia, atrapar con la mirada pensamientos.
Nitidez brillante y lúcidas miradas que no dicen nada. Ahorrarse los augurios de nuevos tiempos. Ya vendrán.
Rozar de nuevo con las yemas el alma, esperar que arda y que consuma mis adentros.
Morderla. Mirar cómo cede y se condensa, incha el pecho, lo rebasa con sus tormentas internas, tan insípidas a veces, tan anheladas otras.
Es tan desigual su marcha.. y qué más?
Probar fortuna. 
Robar alguna que otra noche. 

''Y sus ojos hechos en tristeza líquida, en plata tenue, se fundían y escurrían a cada segundo por su cara, manchándola de dolor, manchando hasta sus entrañas desde ese augurio voráz que era su alma, que ardían con un fuego que a mi me helaba los huesos. Y pensar que aquel dolor era su cura, y que yo sólo podía mirar, y esperar a que todo pasase...''

3 comentarios:

  1. No seas tan pesimista, aunque queda bastante poético!!! jajaja brutal!

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  2. Robar noches... Es a lo que un buen poeta se dedica, y, dandole una entelequia: robarle un par de noches a la muerte...

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  3. Melancolía como para morderla (haciendo uso de tus términos).
    Un abrazo.
    David
    Pd: He escrito un cuento en el blog, visitame cuando puedas.

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